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ANGASMARCA ESTA DE FIESTA, VEN A CONOCER SUS COSTUMBRES Y TRADICIONES MILENARIAS.





Las fiestas patronales de Angasmarca son diversas, sin embargo la más importante y concurrida se lleva a cabo los días 28, 29 y 30 de agosto en honor a la virgen Santa Rosa de Lima.

La localidad ofrece varios lugares atractivos como las ruinas arqueológicas ubicadas en las faldas del cerro Angasmarca, el río Angasmarca, sus diversos caminos y circuitos, las ruinas de la que en otros años fue la Casa Hacienda y por supuesto uno de los mayores atractivos es la iglesia Matriz que data del siglo XVIII donde se pueden apreciar las capillas, santos y hasta un pequeño museo en el que se puede apreciar los perfectos trabajos del arte colonial.

Abarca una superficie de 153,45 kilómetros cuadrados y tiene una población estimada mayor a 5 000 habitantes.



Su capital es la ciudad de Angasmarca, la misma que está ubicada en el margen izquierdo del río Angasmarca, mientras que para el lado derecho posee su imponente cerro de forma piramidal que está constituido por un monoclinal de cuarcitas de la formación chimú perteneciente al periodo cretacico.

Visita Angasmarca en este feriado largo y conoce sus maravillas naturales y tradiciones ancestrales

ANGASMARCA ESTA DE FIESTA, VEN A CONOCER SUS COSTUMBRES Y TRADICIONES MILENARIAS.





Las fiestas patronales de Angasmarca son diversas, sin embargo la más importante y concurrida se lleva a cabo los días 28, 29 y 30 de agosto en honor a la virgen Santa Rosa de Lima.

La localidad ofrece varios lugares atractivos como las ruinas arqueológicas ubicadas en las faldas del cerro Angasmarca, el río Angasmarca, sus diversos caminos y circuitos, las ruinas de la que en otros años fue la Casa Hacienda y por supuesto uno de los mayores atractivos es la iglesia Matriz que data del siglo XVIII donde se pueden apreciar las capillas, santos y hasta un pequeño museo en el que se puede apreciar los perfectos trabajos del arte colonial.

Abarca una superficie de 153,45 kilómetros cuadrados y tiene una población estimada mayor a 5 000 habitantes.



Su capital es la ciudad de Angasmarca, la misma que está ubicada en el margen izquierdo del río Angasmarca, mientras que para el lado derecho posee su imponente cerro de forma piramidal que está constituido por un monoclinal de cuarcitas de la formación chimú perteneciente al periodo cretacico.

Visita Angasmarca en este feriado largo y conoce sus maravillas naturales y tradiciones ancestrales

CONOCE SANTIAGO DE CHUCO....! TIERRA MILENARIA



El territorio de lo que hoy es Santiago de Chuco formaba parte de la provincia de Huamachuco fundada por los españoles, la cual fue dada como doctrina a los agustinos. La llegada de españoles y portugueses en busca de minas para explotar hicieron que empezaran a surgir pequeñas asentamientos de mineros; la zona donde se fundaría el pueblo estaba habitada por pueblos incas distribuidos en Ayllus; Andaymarca (Ayllu Grande) funcionaba como capital situada entre los ríos Huaychaca y Patarata y en las faldas del cerro Quilla Irca (después llamado Cerro San Cristóbal). El 23 de julio de 1553 un grupo de inmigrantes obtienen el permiso para fundar un pueblo que sirviera como capital y centro de operaciones de actividades mineras y cultivo de trigo. Llegaron a Andaymarca el capitán Diego de la Serna, los inmigrantes Domingo Pérez de Vásquez, José de Peláez, Lino Benítes de los Niños, Miguel de Estremadura, Rodrigo de los Bejarano, Fernando de Alva, García de Paredes, Lorenzo de Alcántara, Juan Bautista de Ruiz y el padre Francisco de Asís Centurión, natural de Santiago de Compostela, quien ayudó a que Santiago “El Mayor” sea el patrón tutelar del nuevo pueblo.


El 25 de julio de 1553 frente a un altar levantado en el lugar llamado “Picchi-Paccha” se celebró una misa de acción de gracias y se colocó la primera piedra de fundación. Luego se hizo la distribución de las tierras para la construcción de casas, se delineó el plano de la ciudad y de la iglesia que sería inaugurada el 25 de julio de 1560. 







Es en este mismo año el pueblo recibe el nombre definitivo de Santiago de Chuco. En 1868 el diputado por la provincia de Huamachuco, Manuel Natividad Porturas, presentó el Proyecto para erigir como Provincia el entonces distrito de Santiago de Chuco.


El proyecto quedó estancado debido a la muerte de Manuel Porturas. El 3 de noviembre del año 1900, gracias a la gestión del parlamentario Tomás Ganoza Cavero (quien retomó el proyecto de Manuel Porturas) el presidente Eduardo López de Romaña aprueba la ley de creación de la Provincia de Santiago de Chuco.



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CONOCE SANTIAGO DE CHUCO....! TIERRA MILENARIA



El territorio de lo que hoy es Santiago de Chuco formaba parte de la provincia de Huamachuco fundada por los españoles, la cual fue dada como doctrina a los agustinos. La llegada de españoles y portugueses en busca de minas para explotar hicieron que empezaran a surgir pequeñas asentamientos de mineros; la zona donde se fundaría el pueblo estaba habitada por pueblos incas distribuidos en Ayllus; Andaymarca (Ayllu Grande) funcionaba como capital situada entre los ríos Huaychaca y Patarata y en las faldas del cerro Quilla Irca (después llamado Cerro San Cristóbal). El 23 de julio de 1553 un grupo de inmigrantes obtienen el permiso para fundar un pueblo que sirviera como capital y centro de operaciones de actividades mineras y cultivo de trigo. Llegaron a Andaymarca el capitán Diego de la Serna, los inmigrantes Domingo Pérez de Vásquez, José de Peláez, Lino Benítes de los Niños, Miguel de Estremadura, Rodrigo de los Bejarano, Fernando de Alva, García de Paredes, Lorenzo de Alcántara, Juan Bautista de Ruiz y el padre Francisco de Asís Centurión, natural de Santiago de Compostela, quien ayudó a que Santiago “El Mayor” sea el patrón tutelar del nuevo pueblo.


El 25 de julio de 1553 frente a un altar levantado en el lugar llamado “Picchi-Paccha” se celebró una misa de acción de gracias y se colocó la primera piedra de fundación. Luego se hizo la distribución de las tierras para la construcción de casas, se delineó el plano de la ciudad y de la iglesia que sería inaugurada el 25 de julio de 1560. 







Es en este mismo año el pueblo recibe el nombre definitivo de Santiago de Chuco. En 1868 el diputado por la provincia de Huamachuco, Manuel Natividad Porturas, presentó el Proyecto para erigir como Provincia el entonces distrito de Santiago de Chuco.


El proyecto quedó estancado debido a la muerte de Manuel Porturas. El 3 de noviembre del año 1900, gracias a la gestión del parlamentario Tomás Ganoza Cavero (quien retomó el proyecto de Manuel Porturas) el presidente Eduardo López de Romaña aprueba la ley de creación de la Provincia de Santiago de Chuco.



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CONOCE SANTIAGO DE CHUCO, "La tierra de Poétas te espera..!"



VISITA SANTIAGO DE CHUCO, Y DISFRUTA DE SUS GRANDES MARAVILLAS NATURALES, SU GASTRONOMIA, Y SUS CONSTUMBRES Y TRADICONES ANCESTRALES

 La tierra de Poetas te espera..!










CONOCE SANTIAGO DE CHUCO, "La tierra de Poétas te espera..!"



VISITA SANTIAGO DE CHUCO, Y DISFRUTA DE SUS GRANDES MARAVILLAS NATURALES, SU GASTRONOMIA, Y SUS CONSTUMBRES Y TRADICONES ANCESTRALES

 La tierra de Poetas te espera..!










"Y SE LLEGÓ LA FIESTA....!"


Corre cho anda a la plaza, ha llegau una bandasa y esta toca y toca…van a parar la bandera, ya hay una barrica de chicha en la pila, la gente esta toma y toma….lo hubieras visto a ese Alma Calata esta prendido como congosh es ese palazo está arreglando ese hilo paque jalan la bandera, array ese cho es de arranque siamarrau con un cincho sus patas y rapidito se ha subido hasta la punta, y vieras ese palo se ha ido palla y paca array …. 

Decía mi mamita cuando era joven aun todavía… ahora ya ni siquiera sale de casa. Mi padre, entre copas, escuchaba atentamente para luego soltar una prolongada carcajada y de allí expresar su opinión al respecto: el Alberto…. Carajo…año a año sube a arreglar el cordel pa jalar la bandera……como congosh ...Esa es la de hombres. 

El otro di amos estau tomando unos grocitos en la culasho y el Pata Gamba , lo dijo: oye alma Calata, ya estas viejo pa que estes subiendo a arreglar la bandera. Te vayas a caer cho? Y diay con quien tomamos….quepue no te pagan…… déjalo que otro lo haga. 

Fue el momento oportuno para mi participación: ¿Y qué dijo Don Alberto? Él nos miró y estando tuavia sano , ese cho dijo: es verdad que me da un miedaso, pero cuando voy a la iglesia a decilo al apostolito que me cuide … él me dice que subayo nomás que él me va ayudar…me mira y se riye…..me hace llorar y diay salgo sin miedo y con una fuersaaza , rapidito subo …y voy a subir hasta que el apostolito me recoja….. al decir esto se sirvió un vaso de gro y diay se puso a llorar



Profesor: Juan Ulloa Benites 
Autor                     

"Y SE LLEGÓ LA FIESTA....!"


Corre cho anda a la plaza, ha llegau una bandasa y esta toca y toca…van a parar la bandera, ya hay una barrica de chicha en la pila, la gente esta toma y toma….lo hubieras visto a ese Alma Calata esta prendido como congosh es ese palazo está arreglando ese hilo paque jalan la bandera, array ese cho es de arranque siamarrau con un cincho sus patas y rapidito se ha subido hasta la punta, y vieras ese palo se ha ido palla y paca array …. 

Decía mi mamita cuando era joven aun todavía… ahora ya ni siquiera sale de casa. Mi padre, entre copas, escuchaba atentamente para luego soltar una prolongada carcajada y de allí expresar su opinión al respecto: el Alberto…. Carajo…año a año sube a arreglar el cordel pa jalar la bandera……como congosh ...Esa es la de hombres. 

El otro di amos estau tomando unos grocitos en la culasho y el Pata Gamba , lo dijo: oye alma Calata, ya estas viejo pa que estes subiendo a arreglar la bandera. Te vayas a caer cho? Y diay con quien tomamos….quepue no te pagan…… déjalo que otro lo haga. 

Fue el momento oportuno para mi participación: ¿Y qué dijo Don Alberto? Él nos miró y estando tuavia sano , ese cho dijo: es verdad que me da un miedaso, pero cuando voy a la iglesia a decilo al apostolito que me cuide … él me dice que subayo nomás que él me va ayudar…me mira y se riye…..me hace llorar y diay salgo sin miedo y con una fuersaaza , rapidito subo …y voy a subir hasta que el apostolito me recoja….. al decir esto se sirvió un vaso de gro y diay se puso a llorar



Profesor: Juan Ulloa Benites 
Autor                     

"Mitos y Leyendas de Santiago de Chuco: La Bruja y el Diablo"

Cierta vez en el caserío de Cujurgunga, distrito de Cachicadan , vivía una mujer muy temida por su fama de bruja. Los vecinos y toda la gente del lugar decían que tenía pacto con el diablo. Don Hipólito, con sus más de 80 años, aseguraba que el acuerdo se celebró en un cerro de la comarca, a las 12 de la noche de un viernes.

Por efectos del pacto, la mujer podía hacer y conseguir todo lo que quería , especialmente curar enfermedades, adivinar pérdidas y hacer daño; a cambio de ello, entregaría su alma al diablo el día de su muerte. En prueba del acuerdo, el diablo le sacó a la mujer el dedo mayor de su mano izquierda y él le entregó la punta de su cuerno del mismo lado. Una vez en posesión de su respectiva prenda, se despidieron para no volverse a ver nunca más por el resto de su vida.

 La mujer lucía en su cuello el cuerno diabólico a modo de medalla; lo mostraba orgullosa a sus clientes; se vanagloriaba que su mano izquierda tuviera un dedo menos; y alardeaba de su enorme poder. Su fama se extendió por los lugares más alejados, desde donde la gente acudía en busca de solución a sus problemas. Su casa se convirtió en posada permanente que se tornó terrible y peligrosa. Pero, ya anciana; sufrió por primera vez de una extraña enfermedad, a consecuencia de la cual desapareció del pueblo por espacio de 45 días, sin que nadie pudiera dar razón de su paradero. Cuando reapareció, lo hizo totalmente cambiada; ya no quiso trabajar ni ver a nadie. Duró pocos meses y al fin dejó de existir.

 Aunque en la sierra se acostumbraba velar a los difuntos durante tres noches, poca gente acompañó al velorio por temor a que algo malo les ocurriera. En efecto, las dos primeras noches no hubo nada anormal; pero faltaba la última…

Cuando el diablo se enteró del fallecimiento de su socia, ensilló su caballo negro con una montura plateada, que relampagueaba con los reflejos de la luna, y emprendió rápido viaje. Calzaba relucientes botas con espuelas de plata; llevaba sombrero negro de filos también plateados; y se cubría el cuerpo con una capa negra de cuello blando, de modo que con el viento y la velocidad se extendía como alas y presentaba el aspecto de un cóndor gigantesco. Además, como la distancia que le separaba de la casa de la bruja muerta era de varios kilómetros, debía darse la próxima prisa, antes de que le ganara el día, dejando a su paso un ruido sordo que retumbaba por todos los confines.

 En esos momentos, dos arrieros que se dirigían tranquilamente a su chacra, arriando su burrito, escucharon de pronto el ensordecedor ruido que cada vez se acercaba más. Se detuvieron para atender mejor y quedaron paralizados de terror al observar el relámpago de los ásperos y espuelas de la maligna figura. En menos de un segundo el diablo cogió a uno de los hombrecitos, lo subió al anca del caballo, le dijo: “¡Agárrate fuerte!” y él prosiguió su loca carrera. El pobre arriero sentía la cintura y el cuerpo del jinete infernal fríos y duros, como el hielo y la madera.

 A eso de las 3 de la madrugada y a unos doscientos metros de la casa, el diablo le dijo: “Espérame aquí, cuidando mi caballo, no te muevas”. De inmediato se dirigió al cuartito del dueño, convertido en perro. Súbitamente se apagaron las velas y se pudo escuchar el ruido del ataúd al abrirse la tapa. Varios cristianos se inmovilizaron de espanto; otros rezaban, pero realmente nadie pudo ver nada. Solo cuando otra vez se encendieron las luces, el cajón apareció destrozado por el suelo. El cadáver había desaparecido. Todo ocurrió en brevísimos instantes.

 El diablo llevó a la muerta de una sola mano; de un salto subió a su caballo. Lo propio hizo con el hombrecito, al que colocó en la anca de la bestia, junto al cadáver; enseguida emprendió veloz carrera por entre cerros y quebradas, rumbo a un lugar desolado. Cuando el día ya clareaba se detuvo y bajó el cadáver al suelo; le pasó la uña por la frente; le partió en dos partes iguales, que se distribuyó con su acompañante, diciéndole: “Toma tu parte; esta es mía”. Rápido volvió a cabalgar y se prendió sin rumbo.

 Un poco recuperado del susto, el arriero caminó sin saber por dónde, pues estaba completamente perdido. Después de unos ocho días pudo llegar a su casa. Profundamente conmovido refirió la historia a su familia, y se retiró a descansar. Se le brindó toda clase de cuidados, en medio de rezos y oraciones; pero cuando quiso levantarse sintió fuertes dolores de cabeza: se enfermó muy seriamente y comenzó a enflaquecer, hasta que a los pocos días murió.

 Desde entonces, los cristianos de Cujurgunga tiene mucho miedo a los brujos, especialmente a los descendientes de la mala mujer.

"Mitos y Leyendas de Santiago de Chuco: La Bruja y el Diablo"

Cierta vez en el caserío de Cujurgunga, distrito de Cachicadan , vivía una mujer muy temida por su fama de bruja. Los vecinos y toda la gente del lugar decían que tenía pacto con el diablo. Don Hipólito, con sus más de 80 años, aseguraba que el acuerdo se celebró en un cerro de la comarca, a las 12 de la noche de un viernes.

Por efectos del pacto, la mujer podía hacer y conseguir todo lo que quería , especialmente curar enfermedades, adivinar pérdidas y hacer daño; a cambio de ello, entregaría su alma al diablo el día de su muerte. En prueba del acuerdo, el diablo le sacó a la mujer el dedo mayor de su mano izquierda y él le entregó la punta de su cuerno del mismo lado. Una vez en posesión de su respectiva prenda, se despidieron para no volverse a ver nunca más por el resto de su vida.

 La mujer lucía en su cuello el cuerno diabólico a modo de medalla; lo mostraba orgullosa a sus clientes; se vanagloriaba que su mano izquierda tuviera un dedo menos; y alardeaba de su enorme poder. Su fama se extendió por los lugares más alejados, desde donde la gente acudía en busca de solución a sus problemas. Su casa se convirtió en posada permanente que se tornó terrible y peligrosa. Pero, ya anciana; sufrió por primera vez de una extraña enfermedad, a consecuencia de la cual desapareció del pueblo por espacio de 45 días, sin que nadie pudiera dar razón de su paradero. Cuando reapareció, lo hizo totalmente cambiada; ya no quiso trabajar ni ver a nadie. Duró pocos meses y al fin dejó de existir.

 Aunque en la sierra se acostumbraba velar a los difuntos durante tres noches, poca gente acompañó al velorio por temor a que algo malo les ocurriera. En efecto, las dos primeras noches no hubo nada anormal; pero faltaba la última…

Cuando el diablo se enteró del fallecimiento de su socia, ensilló su caballo negro con una montura plateada, que relampagueaba con los reflejos de la luna, y emprendió rápido viaje. Calzaba relucientes botas con espuelas de plata; llevaba sombrero negro de filos también plateados; y se cubría el cuerpo con una capa negra de cuello blando, de modo que con el viento y la velocidad se extendía como alas y presentaba el aspecto de un cóndor gigantesco. Además, como la distancia que le separaba de la casa de la bruja muerta era de varios kilómetros, debía darse la próxima prisa, antes de que le ganara el día, dejando a su paso un ruido sordo que retumbaba por todos los confines.

 En esos momentos, dos arrieros que se dirigían tranquilamente a su chacra, arriando su burrito, escucharon de pronto el ensordecedor ruido que cada vez se acercaba más. Se detuvieron para atender mejor y quedaron paralizados de terror al observar el relámpago de los ásperos y espuelas de la maligna figura. En menos de un segundo el diablo cogió a uno de los hombrecitos, lo subió al anca del caballo, le dijo: “¡Agárrate fuerte!” y él prosiguió su loca carrera. El pobre arriero sentía la cintura y el cuerpo del jinete infernal fríos y duros, como el hielo y la madera.

 A eso de las 3 de la madrugada y a unos doscientos metros de la casa, el diablo le dijo: “Espérame aquí, cuidando mi caballo, no te muevas”. De inmediato se dirigió al cuartito del dueño, convertido en perro. Súbitamente se apagaron las velas y se pudo escuchar el ruido del ataúd al abrirse la tapa. Varios cristianos se inmovilizaron de espanto; otros rezaban, pero realmente nadie pudo ver nada. Solo cuando otra vez se encendieron las luces, el cajón apareció destrozado por el suelo. El cadáver había desaparecido. Todo ocurrió en brevísimos instantes.

 El diablo llevó a la muerta de una sola mano; de un salto subió a su caballo. Lo propio hizo con el hombrecito, al que colocó en la anca de la bestia, junto al cadáver; enseguida emprendió veloz carrera por entre cerros y quebradas, rumbo a un lugar desolado. Cuando el día ya clareaba se detuvo y bajó el cadáver al suelo; le pasó la uña por la frente; le partió en dos partes iguales, que se distribuyó con su acompañante, diciéndole: “Toma tu parte; esta es mía”. Rápido volvió a cabalgar y se prendió sin rumbo.

 Un poco recuperado del susto, el arriero caminó sin saber por dónde, pues estaba completamente perdido. Después de unos ocho días pudo llegar a su casa. Profundamente conmovido refirió la historia a su familia, y se retiró a descansar. Se le brindó toda clase de cuidados, en medio de rezos y oraciones; pero cuando quiso levantarse sintió fuertes dolores de cabeza: se enfermó muy seriamente y comenzó a enflaquecer, hasta que a los pocos días murió.

 Desde entonces, los cristianos de Cujurgunga tiene mucho miedo a los brujos, especialmente a los descendientes de la mala mujer.

" LA MAGIA DE LOS PALLOS "

La danza de Los Pallos es actualmente la más emblemática de la provincia de Santiago de Chuco. Las mojigangas de Los Pallos provienen en su mayor parte de las comunidades y pueblos vecinos a la capital del distrito de Santiago de Chuco, como Huashgón, Huamada, Conra, Cunguay y Huayatán, entre otras, directamente emparentadas con la iconografía del patrón Apóstol Santiago; cuyas características formales indican que podrían ser versiones más antiguas. Consideramos que todas estas son versiones de la misma manifestación cultural, haciéndose además presentes en la misma celebración de la capital de provincia, y todas ellas deben ser tratadas como un mismo género de danza. En esta oportunida les dejamos que fisfruten este docuemtal sobre el origuen d ela danxza los pallos denominado "LA MAGIA DE LOS PALLOS" Realizado en los estudios de Escren Media de nuestro gran Amigo julio Jaramillo


" LA MAGIA DE LOS PALLOS "

La danza de Los Pallos es actualmente la más emblemática de la provincia de Santiago de Chuco. Las mojigangas de Los Pallos provienen en su mayor parte de las comunidades y pueblos vecinos a la capital del distrito de Santiago de Chuco, como Huashgón, Huamada, Conra, Cunguay y Huayatán, entre otras, directamente emparentadas con la iconografía del patrón Apóstol Santiago; cuyas características formales indican que podrían ser versiones más antiguas. Consideramos que todas estas son versiones de la misma manifestación cultural, haciéndose además presentes en la misma celebración de la capital de provincia, y todas ellas deben ser tratadas como un mismo género de danza. En esta oportunida les dejamos que fisfruten este docuemtal sobre el origuen d ela danxza los pallos denominado "LA MAGIA DE LOS PALLOS" Realizado en los estudios de Escren Media de nuestro gran Amigo julio Jaramillo


Mitos y Leyendas de Santiago de Chuco: El Duende

Se dice que hace muchos años atrás,.don Benigno Rojas, un honorable santiaguino, venía a todo trote montado sobre un hermoso caballo blanco, vestía poncho de lana color beige sombrero blanco de palma; su silueta se apreciaba bajo una luz  plateada de luna llena.

Era una noche quieta, de frío penetrante y profundo silencio; solo se escuchaba los cascos sonoros y acompazados del corsel. Don Benigno tenía prisa en llegar a Santiago pues venía cabalgando por el camino a Cunguay, pasaba la cueva de Huacapongo, de pronto se escucha el llanto de un bebé recien nacido.

El hombre queda asombrado que un bebé tan pequeño se encuentre solo a altas horas de la noche en medio camino, miró a los alrrededores sin encontrar a nadie;!que madre tan desnaturalizada, como es que a podido abandonar su hijo en esta forma¡ comentaba don Benigno mientras  se baja del caballo, recoge a la criatura del suelo el cual se encontraba envuelto en un pañolón negro; lo cobija en un brazo abrigándolo con su poncho, luego prosigue su camino.

Se encontraba pasando el puente del rio Patarata, y en ese moemento escucha la voz de un niño que le decía: "!papá, papá mira mis ojos!"; don Benigno se quedó absorto de lo que escuchaba, sintió miedo penetrante, pero se sobrepuso infundiendo valentía y fuerza en su ser y no quizo prestar importancia a lo sucedido; prosigue su camino, luego a la altura del cerrillo volvió a escuchar la voz del niño que le decía !"papá, papá mira mis dientes"¡, pasmado de lo que escuchaba, desdobló su poncho para ver al pequeño, !no era el bebé que había recogido¡ era un niño rubio, !era el duende!. Su cuerpo se escarapeló, un frío intenso le invadió, y con mucho esfuerzo, arrojó al duende al vacío, saliendo chispas del suelo.


Don Benigno arreó al caballo con fuerza, llegando a toda velocidad a su casa casi desmayado y con sangre que le salia por la nariz, fue atendido por sus familiares a quienes le contó lo sucedido.

Mitos y Leyendas de Santiago de Chuco: El Duende

Se dice que hace muchos años atrás,.don Benigno Rojas, un honorable santiaguino, venía a todo trote montado sobre un hermoso caballo blanco, vestía poncho de lana color beige sombrero blanco de palma; su silueta se apreciaba bajo una luz  plateada de luna llena.

Era una noche quieta, de frío penetrante y profundo silencio; solo se escuchaba los cascos sonoros y acompazados del corsel. Don Benigno tenía prisa en llegar a Santiago pues venía cabalgando por el camino a Cunguay, pasaba la cueva de Huacapongo, de pronto se escucha el llanto de un bebé recien nacido.

El hombre queda asombrado que un bebé tan pequeño se encuentre solo a altas horas de la noche en medio camino, miró a los alrrededores sin encontrar a nadie;!que madre tan desnaturalizada, como es que a podido abandonar su hijo en esta forma¡ comentaba don Benigno mientras  se baja del caballo, recoge a la criatura del suelo el cual se encontraba envuelto en un pañolón negro; lo cobija en un brazo abrigándolo con su poncho, luego prosigue su camino.

Se encontraba pasando el puente del rio Patarata, y en ese moemento escucha la voz de un niño que le decía: "!papá, papá mira mis ojos!"; don Benigno se quedó absorto de lo que escuchaba, sintió miedo penetrante, pero se sobrepuso infundiendo valentía y fuerza en su ser y no quizo prestar importancia a lo sucedido; prosigue su camino, luego a la altura del cerrillo volvió a escuchar la voz del niño que le decía !"papá, papá mira mis dientes"¡, pasmado de lo que escuchaba, desdobló su poncho para ver al pequeño, !no era el bebé que había recogido¡ era un niño rubio, !era el duende!. Su cuerpo se escarapeló, un frío intenso le invadió, y con mucho esfuerzo, arrojó al duende al vacío, saliendo chispas del suelo.


Don Benigno arreó al caballo con fuerza, llegando a toda velocidad a su casa casi desmayado y con sangre que le salia por la nariz, fue atendido por sus familiares a quienes le contó lo sucedido.